miércoles, 28 de octubre de 2009

A cuatrocientos kilómetros de vos - Daniel Frini

Quizá se llame angustia,
o nudo,
o frío en la garganta,
pena, dolor, opresión,
o nostalgia.
Se me hace que no debe ser ninguna de
estas cosas.
Debe ser memoria
de la piel, de las manos,
de los huesos, de la lengua,
las caricias,
de vientres y pezones,
del deseo,
de esta vida,
de la sangre,
memoria de la sangre,
de cada gota de nuestra sangre.
para que vivas vos,
para vivir yo.
Memoria de tenerte acá
memoria de desearte buenos días
aunque haya cuatrocientos
universos, sueños, tiempos
o kilómetros
y cinco días, tiempos, sueños
o universos
entre vos y yo.
Memoria blanca de jazmín de nuestro patio
memoria rosa de clavel flamante
memoria de la parra
memoria helecho dientes de serrucho
memoria de sonidos que faltan
memoria de comprar el diario
memoria buenas tardes vecino
memoria de abrir la canilla
y regar el naranjo
memoria de Dios santo
hay hormigas en la casa
memoria alcanzame la sal
memoria dónde carajo pusiste
la ropa de trabajo
memoria me falta un botón de la camisa
memoria qué dulce que sos
memoria gris de está lloviendo afuera
memoria del calor de enero
de treinta y dos grados a la sombra
y setenta grados a las sábanas
memoria de espejo mentiroso
tramposa memoria
memoria hija de puta
mala memoria
que aparece ahora
y se olvida de decirme estos dulces recuerdos
mañana
cuando salga de acá,
termine esta condena de distancia
y te tenga otra vez
a mi lado.

de "Poemas de Adriana"

1 comentario:

euge fluir dijo...

Me encantó amigo!!! Un beso enorme, e