1, 2, 3, 4 estaciones;
bajar en la 49
y andar cuadra y media
bajo la lluvia.
1, 2, 3, 4 mesas por servir;
escarbar en el cansancio
y sacar al aire la sonrisa
que asegure el tip.
1, 2, 3, 4 horas;
pasar y repasar diez metros
cien o doscientas veces
hasta la cocina.
1, 2, 3, 4 cafés
y el olor a pistache
y cordero joven
perfumando la noche.
1, 2, 3, 4 años
sin probar mezcal
ni caricia de madre o novia
que opaque la miel de una backlava.
1, 2, 3, 4 recuerdos
atraviesan la niebla de Manhattan
para acurrucarse
bajo las faldas de un domingo
en el parque de Huajuapan.
-Aferrado a una sombrilla
que el viento le arrebata
navega Ulises los mares del recuerdo-
1, 2, 3, 4 dólares
no alcanzan
para comprar una cobija
del tamaño de la nostalgia.
La mirada se humedece
al otro lado de la puerta.
-“Hey guy”, le llaman:
Y regresa sin haber tocado tierra,
hace doble nudo al corazón
y suelta el ancla a la sonrisa.
Ulises griego regresó a los diez
Mienten los que dicen
que el tiempo se pasa volando
y que un cordero basta
para arreglar el mundo.
Tomado de: http://alicialanecia.blogspot.com
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