domingo, 1 de agosto de 2010

Casi simple - Martín di Benedetto

se llama un abrir de seis párpados y

¿para qué los caminos para qué el cemento para qué
los milagros las risas los tirantes el estallido del escarmiento?

¿para qué los camiones los honores para qué
las palabras tu silencio el mortuoso andar de las depresiones?

¿para qué el mate para qué las ventanas para qué
los trámites la espera sus hijas andrajosas ansiedades sin tema?

¿para qué la letra, para qué la razón para qué
los miedos, las invenciones las peleas tan cortas que de eternas se enfrían en las fronteras?

¿para qué todo esto para qué lo solemne para qué
el político la angustia el saber el deseo curvo que salva y desgarra aquellos indicios del
alma?

¿para qué?

¿para qué todo esto
hermano
reflejo
para qué al revés sin verdad humano amor tergiversado
alumna infancia madurez trillada?

¿para qué entonces para qué
seguir andando ciego con los ojos abiertos
si es que el canto del pájaro
ya pronto
al tu puerta cruzar?

1 comentario:

María Taltavull dijo...

¿Para qué? Me gustó, refleja el "para qué" de la vida, el misterio. El saber que ninguna pregunta tiene respuesta. Y que nada, pero nada, tiene su "para qué" ¡Bravo!