domingo, 21 de noviembre de 2010

Del café a su bebedor - Oriana Pickmann

Cada mañana
Soy una caricia en tus labios
Dejándote mi sabor robusto
De trópico salvaje
Hemos de necesitarnos
De extrañarnos
Formaré parte de tu sangre
Al medio día querrás tenerme
Redondo, caliente, profundo
Como la selva misma
Invadirte húmedamente
En tu voz, tu aliento, en el humo del cigarro
Ahí estoy, evaporado
Y en las noches
Has de mezclarme con tus sueños
Enredarme en tus sábanas
En el insomnio producido
Dulce, amargo, entero, delicioso
Como un beso entregado
Como una boca infinita
Y cada grano, es una gota
Y cada gota es un suspiro
Expectante, te espero
Que me beses para entregarme
Para fundirme
En lo más profundo de tu vientre
Y darte la paz que me pides
Y nuestro amor es un vicio
Nuestra relación es necesaria
En el frío soy tu calor
En tu vida soy alivio
Te entrego mis aromas
Para que en un espasmo de tu lengua
Te enteres que la vida es un instante
Que se bebe a sorbos

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