lunes, 20 de junio de 2011

Nueva vida - Camilo Blajaquis

¿Es real esto que veo?
toda la madrugada esperé despertarme,
me pelluisque, me di un baño con agua fría y nada...
sigo acá.
¿Cómo se atreve el encierro a abandonarme asi?

Libertad penal, pero hermosa libertad.
Libertad a medias pero resplandeciente libertad.
Estoy desacomodado, realmente me cuesta creer que la celda quedó atrás.

Lo mas extraño de estas vírgenes sensaciones es que es la primera vez
que escribo en compañía de los árboles, abrazado a los rayos del sol
y con un recital de pájaros de fondo.

La ciudad me regala una mirada agria, casi sanguinaria,
pareciera que los edificios me vigilan.
Pero para quien se había olvidado su sabor
el aroma del asfalto produce
una sobredosis de alegría en mis arterias.

disculpen... necesito enjuagar mis ojos

El dia llegó,
vuelvo a ser esclavo de la velocidad del mundo.

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