miércoles, 26 de octubre de 2011

Altamar - Daniel Quintero

“La poesía es una playa segura
a la que sólo se accede naufragando”


I

Adentro de la bruma navega este barco.
Soy músico de la orquesta en el salón de baile
para tripulantes desalmados,
no doy con la nota justa siempre en el tiempo
donde el vals comienza con su frenesí,
mientras golpean las olas en cubierta
y lloro sobre las cuerdas del instrumento que toco,
que puede ser violín, como ahora.
Nada me salva del mar entusiasmado.
Ni navegar por las estrellas, ni el canto de sirenas
que se jactan de haber corrompido al viejo Ulises, tendré de alivio.
El viaje es directo y la quilla del barco perfora el fondo
de un solo tajo el mundo sangra, hace la tempestad el rumbo con su angustia.
Sucumbe el derrotero del navío oscuro,
implacable el náufrago que soy lleva la sal como memoria.
Seré sobreviviente en esta total oscuridad?



II

La isla que espera tiene su sombra blanca, su luna a cuestas,
su sonrisa de tiempo, su pena en despedidas,
su mirada ofrecida desprovista, entibiadora.
Salvará de mi derrota la muerte perra,
el sabor pagano que no puedo ocultar.
Será de coral mi piel y a resguardo
mezclar las manos en todo el verde dispuesto
y con el sol encima aun sea nada más que un alivio temporal,
un salvoconducto, una caricia inmerecida,
una luz que hace arena entre dos largas noches.




4/VIII/2010

No hay comentarios: