viernes, 25 de noviembre de 2011

cementerios - Eduardo Betas

1
 nunca estuve en un cementerio privado
soy tan pobre de muertos que tengo uno solo
mi hermano Tony cuyos huesos deben beber
de la misma tierra pública
que los huesos de luca prodan

leo por ahí que los cementerios privados
se parecen a los campos de golf
mientras que los cementerios públicos
se parecen a colectivos atestados
donde los muertos deben agarrarse bien
para no terminar cayendo
en el osario general

pero, definitivamente
los cementerios privados
no se parecen ni a palos ni a palas
a los cementerios públicos

2
¿cuántas veces puede morirse tu corazón?
me pregunta un pibe desamparado
que deambula solo por mi memoria
y no tengo respuestas ni monedas para darle
sólo sé que su mirada
está tan llena de cruces anónimas

¿cuántas tumbas carga la vida?
amores amortajados resbalándose a la nada
caricias que se van haciendo quebradizas
besos disueltos en los jugos del tiempo

nunca estuve en un cementerio privado
hasta hoy en que descubrí
esta necrópolis de miradas dentro de mí
y me perdí entre esas lápidas
con nombres, voces, estaturas, labios
momentos, olores, sabores, gestos
y como perro ciego, cavé con mis uñas
en los ayeres enterrados
pero no había nada

el olvido es un gusano
que se come a si mismo
luego de habernos corrompido la memoria.

Extraído de: http://palabrar.com.ar/

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