miércoles, 21 de diciembre de 2011

Noche en vela - Jana Muneva

Me nombraste
con tu voz de viento,
entonces, me preparé
para navegar tu marea verde.
Pero te retiraste en bajamar
y quedé encallada,
desplegadas las velas
sacudiendo un ruido seco.
Quedó tu eco, nombrándome.
Tu hueco, resonando.
Esperaré una noche,
con las velas bajas
y el pelo suelto,
a que otra vez
tu viento me rocíe
con el agua salada.
Mientras tanto respiro
con los pies colgando de la barca
mojándose en la orilla.