miércoles, 28 de noviembre de 2012

Pero en qué lugar encontrar piedad - Carlos Barbarito


Pero en qué lugar encontrar piedad
para el fruto caído de la rama
en el barro del camino,
para el reloj detenido a la una y cuarto,
para la última reserva de pan
antes de la lluvia de las cenizas;
tal vez no donde pensamos,
no donde nos enseñaron,
quizás en el viento que, indeciso,
agita tanto una hoja como una cortina,
un vestido, una hierba olvidada,
quizás en el único carbón
que no ardió anoche en el hogar.
O en un papel con una cuenta
escrita con tinta dejado sobre la mesa.
Ahora recuerdo que nada abriga,
en la lluvia, a la piedra
y que sólo en el sueño del alquimista
el dragón envuelve a la mujer desnuda;
el que viaja puede caer,
fulminado por el rayo,
el mismo capaz de quemar al árbol
e incendiar los trigales.
¿Y si esa supuesta piedad no existiese
y todo fuera desnudez e intemperie,
un animal solitario y descentrado
aullando en donde siempre anochece?

El Autor: Carlos Barbarito

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