domingo, 23 de febrero de 2014

Poema de muertes y poetas – Esteban Moscarda y Odeen Rocha

Hola, ¿qué hay? Estás muy buena. Quiero matarte. No cuelgues.

Cuando usted dice matarte: ¿lo dice en serio o solo se refiere a tomar su alma, devorarla despacito y luego condenarse a un infierno espinoso?

Hacerla trocitos. Poco a poquito, rajada a rajada. Ver los ojos mientras echan el último vistazo hacia dentro. Ya luego, ir con su alma a tomarme un cafecito con leche.

Usted entonces no es asesino. Solo los poetas pueden torcer la arcilla de la que está hecha la nada vestida.