Lustroso y sibilante, repta por el
suelo empedrado. Me busca y me hallará, tarde o temprano, en camisa y en la
noche, me morderá un muslo y se irá. Y porque a las cosas no las somete el eje
sino el torbellino, porque antes que juicio hay trueno que con su ruido ahoga
apelaciones y confesiones, él no tendrá mancha y yo seré, aunque agonizante, el
culpable.
El Autor: Carlos Barbarito